La Gracia De Dios Revelada En Sus Iglesias

Texto: Efesios 3:12-21

Versículo clave: “A él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.” Efesios 3:21

En este estudio podremos comprender que Dios nos ha mandado que le sirvamos por a través de una iglesia local nuevo-testamentaria.

UN VISTAZO PRELIMINAR

En estos versículos se siente la preocupación que sentía Pablo por el pueblo de Éfeso. Él estaba consiente que sus circunstancias podían ser usadas por Satanás para desanimar a otros. Después de todo, si un gran hombre como Pablo estaba en prisión, ¿qué esperanza había para los miembros de la iglesia de Éfeso? La respuesta de Pablo a esos sentimientos nos ha dado uno de los pasajes espirituales más alentadores en toda esta carta.
La mayoría de nosotros sabemos la diferencia entre lo que deberíamos hacer y lo que realmente estamos haciendo. Hay una lucha constante para ser lo que deberíamos ser. La solución del mundo para esta lucha es ser resuelto. Se nos dice que crujamos nuestros dientes y tomemos la determinación de mejorar. Claro que esto falla. Sin embargo, esto no quiere decir que jamás podamos cambiar. La fuente del cambio verdadero para un hijo de Dios es la fortaleza interna que Jesús transmite a todas las almas que confían en Él.
La clave es la sencilla verdad de Juan 14:20: “En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros”. Jesús vive en el corazón de un cristiano. Esta vida interior es el poder para responder ante las circunstancias desesperadas con una esperanza infinita y para hacer lo que sea que Dios nos guíe a hacer.
Los hermanos en Éfeso estaban en peligro de perder el corazón. Este peligro se impone aún hoy, y en estos versículos aprendemos la cura permanente para esta condición. Sin importar lo que suceda, la situación no es de desesperanza y no todo está perdido. Jamás puede estarlo para los hijos de Dios.

UNA MIRADA MÁS CERCANA

I. Necesitamos fortaleza del corazón
Efesios 3:12-15

12. En quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él;
13. por lo cual pido que no desmayéis a causa de mis tribulaciones por vosotros, las cuales son vuestra gloria.
14. Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,
15. de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra.

Nuestro primer recurso es la oración. Nunca debemos olvidar que tenemos acceso a todas las bendiciones del cielo por medio de la oración. Literalmente, no hay situación alguna que no pueda ser mejorada por la oración. Pablo sabía esto y también sabía que algunos efesios podrían debilitarse debido a las tribulaciones de él. Él había hablado de esto en el capítulo 1, y ahí oró pidiendo conocimiento para estos hermanos. Nosotros no sólo necesitamos luz y conocimiento para comenzar nuestras vidas espirituales, necesitamos poder para seguir en nuestro servicio al Señor. La motivación demanda decisión. Esto sigue siendo una gran necesidad en los corazones del pueblo de Dios hoy día.
Observe la seriedad de la naturaleza de esta oración. Pablo se arrodilló. Esto no quiere decir que esta es la única posición para orar, pero sí indica que Pablo hablaba en serio en esta petición. Observe que esta oración iba dirigida a Dios el Padre. Era un reconocimiento de la comunión que tenemos con el Dios eterno, el Creador del universo y el Padre de Jesucristo.
Éste es un recordatorio de que cuando nos estemos sintiendo solos y por debilitarnos, necesitamos volvernos a nuestro Padre celestial para pedirle fortaleza para seguir adelante. Si comprendemos la simple verdad del versículo 15, la cual enseña que la totalidad del cielo y la tierra son una parte de la creación de Dios y que su nombre gobierna en autoridad sobre el universo, reconoceremos que no hay problema que Él no pueda resolver ni problema que no pueda usar para su gloria.
Cuando le entregamos nuestros problemas a Dios, no estamos adoptando una postura fatalista, que sólo toma lo que venga con una determinación estoica. En vez de eso estamos dando un paso positivo en la solución real de cualquier dilema, y más bien nos estamos apropiando del poder del cielo para que nos ayude.
Puede que la respuesta a esta clase de oración no sea que obtengamos las cosas que imaginamos que nos darían alivio. La oración no es el camino en que se nos cumple nuestra voluntad en el cielo, más bien es el camino por el cual la voluntad de Dios se cumple en nuestras vidas. Pero el resultado directo e inmediato de la oración ferviente es el poder espiritual. Obtenemos la fortaleza para soportar nuestras dificultades y vivimos una vida victoriosa.
El peligro de que nosotros desmayaríamos es pasado cuando realmente nos damos cuenta que el poder de Dios está ahí para ayudarnos cuando le entregamos nuestros problemas.

II. Necesitamos a Cristo morando en nuestros corazones
Efesios 3:16-19

16. Para que os dé, conforme a las riquezas de su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por su Espíritu;
17. para que habite Cristo por la fe en vuestros corazones, a fin de que, arraigados y cimentados en amor,
18. seáis plenamente capaces de comprender con todos los santos cuál sea la anchura, la longitud, la profundidad y la altura,
19. y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios.

El primer resultado de esta clase de oración es una fortaleza renovada en el hombre interior. Este es el proceso por medio del cual nuestro hombre interior puede hacerse más fuerte aunque nuestro hombre exterior perezca (2 Co. 4:16). Sin importar lo que hagamos, nuestros cuerpos se envejecerán y debilitarán; pero nuestros espíritus pueden fortalecerse día con día. Esta fortaleza es una respuesta a nuestras oraciones para que Dios more en nosotros y nos fortalezca.
Se nos da la fortaleza para permitir que Jesús haga su hogar en nuestros corazones. El Espíritu Santo nos da fortaleza para que Jesús pueda morar en nuestros corazones a través de nuestra fe. Esta es la primera respuesta de Dios para nuestra debilidad. Él nos hace saber que está ahí y que está disponible para nosotros. Dios no está lejos en algún otro lugar; Él está justo ahí en nuestros corazones doquiera vayamos y en lo que hagamos. Ese es un consuelo en momentos de estrés. Jesús está ahí, viviendo en usted.
El tercer paso es que comencemos a experimentar y compartir el amor de Dios. Observe que este no es el primer paso; es el tercero. Cuando nuestro amor se enfría, necesitamos restaurarlo por medio de la oración y a través de la fortaleza espiritual y de la presencia de Jesús que vive. No podemos brincarnos ningún paso aquí. Nosotros no sólo tenemos amor; somos arraigados y cimentados en amor. Ésta es una metáfora mezclada. Las plantas son arraigadas y los edificios son cimentados, pero ambos son ejemplos de la seguridad y la estabilidad. Necesitamos fundamentos en nuestras vidas y el fundamento más fuerte es el del amor. Cuando sabemos que somos amados y podemos amar a otros, jamás estaremos en peligro de desmayar.
El siguiente paso es la comprensión del poder que tenemos en Jesús. Sólo haremos esto en la medida en que compartamos nuestro compañerismo los unos con los otros. Muchos de los hijos de Dios viven en confinamiento solitario. Nunca comparten sus emociones ni su fe con otros. Esta no es sólo una vida solitaria; es una vida sin poder. Se nos hizo para estar juntos, unidos a nuestros hermanos y hermanas en Cristo en el compañerismo de una iglesia nuevo-testamentaria. Necesitamos al Señor y también nos necesitamos los unos a los otros.
Debemos llevar las cargas de los otros (Gá. 6:2). Debemos agrandar nuestros corazones hacia los demás (2 Co. 6:13). Incluso debemos confesar nuestras faltas entre nosotros (Stg. 5:16). Cuando lo hagamos, recibiremos una fortaleza que no puede provenir de ninguna otra fuente. Es una fuerza que todo lo incluye: longitud, anchura, profundidad y altura.
Entonces podremos literalmente conocer cosas que no pueden ser conocidas. ¡Qué promesa! Podemos conocer el amor de Jesús el cual pasa el entendimiento y se nos da ese amor en nuestros propios corazones. Puede que nunca entendamos el amor de Dios, pero podemos sentirlo en nuestros corazones, y podemos saber que es real. Un bebé no entiende el amor de su madre, pero lo siente y sabe que es real. Esto hace que sea absolutamente inmune a debilitarse. Nunca olvide que Dios lo ama, y usted nunca está solo. Cuando lo haga, no se desmayará.

III. Necesitamos servir a Dios a través de una iglesia
Efesios 3:20, 21

20. Y a Aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros,
21. a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén.

Ahora vemos una ojeada de lo que Dios está haciendo en nuestras vidas. ¿Tiene usted una meta? ¿Tiene un plan para su vida? ¿Qué sucedería si usted tuviera todo lo que siempre ha querido? ¿Qué sucedería si todos los sueños con los que usted ha soñado se hicieran realidad? Sería maravilloso, pero sería menos de lo que Dios planea darle.
Dios ha planeado éxito para todos sus hijos, el cual va más allá que todo lo que podamos pedir o pensar. No importa cuan grande se imagine el cielo, usted está equivocado. Es mejor que eso. Pero, si insistimos en manejar nuestras propias vidas y en manipular nuestro mundo para obtener lo que queremos, entonces nuestro camino es todo lo que obtendremos. La mayoría de los hombres jamás cumplen sus sueños, pero por los pocos que lo hacen, sus sueños son todo lo que lograrán. Sin embargo, quienes confían en Jesús y andan según su Palabra recibirán riquezas más allá que su capacidad pueda imaginar. Esta es la maravillosa promesa de estos versículos.
Esto no se produce por la voluntad del hombre; se produce por la voluntad de Dios. Nuestra labor en toda transacción espiritual es asentir a la voluntad de Dios para nuestras vidas.
Dios no quiere que ninguno perezca, pero la gente real morirá e irá al infierno. Esto no es porque Dios lo quiera de esa manera, sino porque la gente deliberadamente decide hacer caso omiso a las súplicas del Espíritu Santo y se alejan del amor que se les ofrece. Cuando rechazamos al Señor, no podemos recibir sus bendiciones.
De forma similar, cuando una persona salva se niega a seguir a Dios en el bautismo, esa persona se desconecta de las bendiciones de Dios. No es que Dios quiera que esto suceda, sino que nosotros decidimos tomar este curso, y debemos vivir con las decisiones que tomamos.
Es posible que seamos indiferentes a la instrucción divina que Dios nos ha dado para nuestro servicio a Él. Jesucristo comenzó su iglesia durante su ministerio personal en la tierra. Él decretó que las puertas del hades no prevalecerían contra ella y que estaría aquí cuando Él volviera a la tierra.
La adoración en la iglesia puede que no sea importante para la raza humana, pero es importante para Dios. Una iglesia nuevo-testamentaria local es la avenida por medio de la cual le devolvemos nuestra honra a Dios, tanto ahora como por los siglos por venir. Al final, todo hijo de Dios aprenderá esta lección. Los sabios lo aprenderán ahora y vivirán acorde a eso.
Esto quiere decir que nuestra adoración en las iglesias debe ser una parte vital e importante en nuestras vidas. A menudo alguien alega: “yo puedo servir al Señor tanto dentro como fuera de la iglesia”. Esto no tiene sentido y no se enseña en la Biblia. Las iglesias del Señor están aquí con un propósito y Él nos las ofrece para que podamos encontrar aliento y fortaleza en nuestro compañerismo con otros creyentes.
Una de las herramientas favoritas de Satanás es sacar a los cristianos de las iglesias. Entonces solos y temerosos, fácilmente se pueden desanimar. El simple hecho es que quienes no sirven al Señor en una iglesia normalmente no le sirven del todo. Sólo piense al respecto a partir de sus experiencias. Cuando usted no está en la iglesia los domingos, ¿qué está haciendo? La mayoría de nosotros no estamos leyendo nuestras Biblias ni orando. Nos encontramos fácilmente absorbidos en las cosas del mundo.
Convierta su iglesia en el centro de su vida. Estará honrando a Dios y sirviendo a Jesús en el proceso, y será obediente a las enseñanzas directas de la Biblia.

UNA PALABRA FINAL

Nadie es inmune al desánimo. Pablo nos dijo que él temía que estos hermanos se debilitaran, sin embargo, no discutió todas las causas posibles en estos versículos.
Pero Dios nos dice clara y sencillamente el camino de vuelta para completar el compañerismo y la fortaleza. Primero, debemos orar. Nunca vea la oración como un último recurso. Más bien, véalo como una primera respuesta a cualquier situación atribuladora. Luego, debemos permitir que la fuerza interior de Jesús entre a nuestros corazones. Nosotros cuidamos con esmero el hombre exterior, lo lavamos y lo vestimos y lo alimentamos. De igual manera debemos cuidar a nuestro hombre espiritual.
Además, debemos tener una conciencia personal de la presencia de Jesús en nuestros corazones. La clave de esto es por medio de nuestra fe. Cuando nos desmayamos, no estamos creyendo. Cuando creemos, no desmayamos.
Sepa que usted es amado. Sólo en la medida en que entendamos que somos amados podremos comenzar a amar a otros. El amor es el primer y gran mandamiento de Jesús. El amor nos da el poder para relacionarnos entre nosotros e identificarnos como realmente somos, los santos de Dios.
Finalmente, podemos comenzar a apropiarnos de un poder que ni siquiera podemos comprender. El amor de Dios sobrepasa todo entendimiento humano, pero puede tocar cualquier corazón humano. Nosotros no tenemos que entenderlo, pero tenemos que aceptarlo y hacerlo parte de nuestro ser. Cuando lo hagamos, nos encontraremos siendo más que vencedores en cualquier situación. El hombre exterior de hecho está pereciendo día a día, pero el hombre interior puede ser constantemente renovado por medio de la fe en Jesucristo.

PARA DISCUSION

1. ¿Cómo le da Cristo la fortaleza para hacer lo que de otra forma no podría hacer?
2. ¿Cómo podemos permitir que el poder de Cristo que mora dentro controle más nuestras vidas?
3. ¿Qué significa comprender el amor de Dios?
4. ¿Cuáles son algunas cosas que sólo podemos hacer cuando nos reunimos a nivel de iglesia?


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