El Credo De Los Niños
Lectura: Hechos 20:32-38
…. No codiciarás.
—Romanos 7:7.
Elisa Morgan, presidente del ministerio internacional Madres de Niños en Edad Preescolar (MOPS International), compartió la siguiente reflexión en la perspectiva que un niño tiene del mundo.
El Credo De Los Niños
Si lo quiero es mío.
Si te lo doy y cambio de parecer más tarde, es mío.
Si te lo puedo quitar, es mío.
Si lo tenía hace un rato, es mío.
Si es mío, nunca será de nadie más, no importa lo que pase.
Si estamos construyendo algo juntos, todas las piezas son mías.
Si parece que es mío, es mío.
Todo el que haya conocido a un niño en esa edad en que empiezan a andar conoce la verdad de este credo. Esperamos ver esta peculiaridad en los niños, pero la menospreciamos en los adultos. Se llama codicia.
El apóstol Pablo, que había llevado una vida externamente religiosa antes de seguir a Jesús, luchó con ese pecado (Ro. 7:7). Después de estudiar la ley cuidadosamente reconoció la codicia por lo que es. Pero Dios en su gracia cambió a Pablo. En lugar de ser un hombre codicioso y avaro, se convirtió en una persona verdaderamente generosa (Hch. 20:33-35). La generosidad puede ser la prueba de fuego para saber si somos todavía niños espirituales.
¿Le has permitido a Jesús crear en ti un nuevo corazón generoso?
¿O todavía practicas el «Credo de los niños»?
-HWR/NPD